Lo podríamos definir como el enfado que sentimos cuando no consigues lo que te proponías o lo que esperabas.
La frustración de los mas pequeños puede empezar con el simple echo de estar construyendo una torre y que una de las fichas mal colocada haga que todas las demás se vengan abajo.
Tolerar la frustración significa ser capaz de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que puedan causarnos. por lo tanto , se trata de una actitud y como tal puede trabajarse y desarrollarse.
Cuando sientes frustración pueden pasar dos cosas, que sigas una y otra vez intentándolo hasta conseguirlo, o que tires la toalla.
Si conseguimos superar ese momento crucial de enfado y pasamos a la constancia, a la paciencia, a la perseverancia.
Podemos conseguir de una situación poco agradable darle la vuelta y sacar lo mejor de nosotros.
en la vida hay situaciones en las que conseguimos nuestros objetivos, y otras en las que no.
Los peques, suelen tener poca tolerancia a la frustración, en cuanto algo no les sale bien lo dejan y pasan a otra actividad. Es lo bueno y lo malo de tener un abanico tan amplio de posibilidades a su alcance. Los niños suelen pensar que el mundo gira a su alrededor piensan que lo merecen todo y que lo consiguen el momento de pedirlo. No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y las necesidades de los demás.
Si los aitas siempre damos a los pekes aquello que piden , nunca aprenderán a tolerar el malestar que produce la frustración y a hacer frente a situaciones que no les gusten.
Lo ideal es que se frustren que se den cuenta de que las cosas no salen siempre a la primera, que se enfaden pero que luego les alentemos a volverlo a intentar. No a hacérselo nosotros eh? si no animarles a que lo intenten y por otro lado que entiendan que todo no se consigue siempre, que a lo largo de la vida hay cosas que queremos y no conseguimos.
Y aqui entra otra punto y dos cosas diferentes por un lado la tolerancia a la frustración y por otro lado la tolerancia al fracaso, que son dos cosas diferentes.
Últimamente me veo casi a diario diciéndole a mi hijo esto:
"las cosas no siempre salen bien a la primera, solo repitiéndolas una y otra vez se consiguen. Ademas no lo hace mal quien falla , si no quien no lo intenta."
Es un niño muy perfeccionista, y se frustra mucho cuando intenta algo y no le sale bien.
Quiero que entienda que en la vida no es todo coser y cantar, que las cosas requieren su esfuerzo.
Me gustaría que no se rindiera a la primera de cambio si algo no sale como espera, que sea capaz de luchar por sus sueños y por lo que le gusta . Y que acepte que habrá cosas que hace mejor y otras peor, todos tenemos nuestros dones especiales. Porque si a todos se nos diera bien lo mismo esto seria muy aburrido no?
En esta sociedad de niñ@s sobreprotegidos en la que no dejamos ni que se caigan que ya estamos ahí levantandoles, Evitamos que se hagan daño, que se frustren cuando decimos que NO a algo, que lloren lo menos posible, que se enfaden...
Siempre adelantándonos a sus necesidades.
Viven en una burbuja irreal, y no les estamos haciendo ningún favor. Y entendedme que yo tampoco quiero que mi hijo se haga daño pero la realidad es que nos caemos de vez en cuando y nos hacemos daño. Solo tenemos que saber levantarnos.
Porque la vida, es todo eso.
Enfados, tristezas, alegrías, retos conseguidos y algunos que se quedaran en el camino.
Lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos es darles buenas herramientas para gestionar sus emociones y mucho cariño cuando nos necesiten.
# En breve haré un post, de herramientas para la gestión de la frustración, la ira, la tristeza....
No hay comentarios:
Publicar un comentario